domingo, 9 de octubre de 2011

COMO SI FUERA EL ÚLTIMO...

Esta es la parte que más me ha impactado del famoso discurso que el multimillonario Steve Jobs pronunció en la universidad de Stanford.
Hoy, a escasos días de su muerte, sus palabras viajan del baúl de los recuerdos a nuestras pantallas para recordarnos que nadie valora más la vida como aquel que es consciente que va a morir.
Steve dio buena cuenta de ello, por entonces, gracias a un cáncer. Y cualquiera de nosotros, que nos creemos que por estar sanos somos invulnerables, deberíamos “vivir más conscientemente”, viviendo, como decía Jobs, cada día “como si fuera el último”. De esta forma, cuando llegue el momento, estaremos preparados para “dar paso a lo nuevo”.


“Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo como: “Si vives cada día como si fuera el último, algún día tendrás razón”. Me marcó, y desde entonces, durante los últimos 33 años, cada mañana me he mirado en el espejo y me he preguntado: “Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?” Y si la respuesta era “No” durante demasiados días seguidos, sabía que necesitaba cambiar algo.
Recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que haya encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones de mi vida. Porque prácticamente todo, las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante.
Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razón para no seguir tu corazón. Hace casi un año me diagnosticaron cáncer. Me hicieron un escaneo a las 7:30 de la mañana, y mostraba claramente un tumor en el páncreas. Ni siquiera sabía qué era el páncreas. Los médicos me dijeron que era prácticamente seguro un tipo de cáncer incurable y que mi esperanza de vida sería de tres a seis meses. Mi médico me aconsejó que me fuese a casa y dejara zanjados mis asuntos, forma médica de decir: prepárate a morir.
Significa intentar decirles a tus hijos en unos pocos meses lo que ibas a decirles en diez años. Significa asegurarte de que todo queda atado y bien atado, para que sea tan fácil como sea posible para tu familia. Significa decir adiós. Viví todo un día con ese diagnóstico. Luego, a última hora de la tarde, me hicieron una biopsia, metiéndome un endoscopio por la garganta, a través del estómago y el duodeno, pincharon el páncreas con una aguja para obtener algunas células del tumor. Yo estaba sedado, pero mi esposa, que estaba allí, me dijo que cuando vio las células al microscopio el médico comenzó a llorar porque resultó ser una forma muy rara de cáncer pancreático que se puede curar con cirugía.
Me operaron, y ahora estoy bien. Esto es lo más cerca que he estado de la muerte, y espero que sea lo más cerca que esté de ella durante algunas décadas más. Habiendo vivido esto, ahora les puedo decir esto con más certeza que cuando la muerte era un concepto útil, pero puramente intelectual: Nadie quiere morir. Ni siquiera la gente que quiere ir al cielo quiere morir para llegar allí. Y sin embargo la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado de ella. Y así tiene que ser, porque la Muerte es posiblemente el mejor invento de la Vida. Es el agente de cambio de la Vida. Retira lo viejo para hacer sitio a lo nuevo.
Ahora mismo lo nuevo son ustedes, pero dentro de no demasiado tiempo, de forma gradual, ustedes se irán convirtiendo en lo viejo, y van a ser apartados. Siento ser tan dramático, pero es bastante cierto. El tiempo de ustedes es limitado, así que no lo gasten viviendo la vida de otro. No se dejen atrapar por el dogma que es vivir según los resultados del pensamiento de otros. No dejen que el ruido de las opiniones de los demás ahogue la voz interior propia. Y lo más importante, tengan el coraje de seguir a su corazón y su intuición. De algún modo ellos ya saben lo que tú realmente quieres ser. Todo lo demás es secundario.

5 comentarios:

  1. HOla mi querida Rosa, disfruté por completo esta entrada.
    Todo lo que has publicado tiene un profundo sentido y sin embargo seguimos como ovejas de rebaño....hasta que nos llega la muerte!
    Es tan cierto, tan clara este reflexión:
    "El tiempo de ustedes es limitado, así que no lo gasten viviendo la vida de otro. No se dejen atrapar por el dogma que es vivir según los resultados del pensamiento de otros. No dejen que el ruido de las opiniones de los demás ahogue la voz interior propia. Y lo más importante, tengan el coraje de seguir a su corazón y su intuición".
    Pienso en tantas personas Rosa, pacientes, incluso, que fueron educados en medio de tanta regidez y se sienten tan dueños de una verdad igual: rígida!

    Benditos aquellos que mueren conscientemente....
    Dios , la vida y el Universo me bendigan con ese regalo amiga...;-)

    Abrazos y gracias por haberte conocido!

    Ali

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  2. Nos ha dado una lección, sin intentar hacerlo, ¡Cada día es importante! con todos sus segundos,minutos y horas, saber que somos finitos nos debería de hacer mejores.

    Besito volado.

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  3. Hola Rosa, hoy me enterado que habían muchas opiniones adversas, principalmente de sus "primeros empleados"... quienes lo consideraban "un explotador" y mal empleador, porque se sentían explotados....
    Yo todo eso lo puedo comprender, y a lo mejor fue así... y dime, quién no comete errores??? le resta eso genialidad??
    por el contrario.... bendigo y honro a este Ser que hizo tanto a favor de la Humanidad.... lo demás... está demás!!
    un abrazo Rosa! ;-)

    Ali

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  4. Querida Alicia, brujita y Ana: Nadie es perfecto. Sabemos que Steve Jobs era un genio porque lo ha dejado demostrado. Si, como según dicen, hizo algo mal, será él mismo quien se juzgue. Y seguro que será un juicio justo.
    Ahora, que todo el mundo sepa que la perfección absoluta es Dios, aquí todos los seres venimos a purificarnos.
    Un abrazo afectuoso para las tres.

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