viernes, 10 de abril de 2009

"NO" AL ABORTO, "SÍ" A LA VIDA

Hace tiempo, en el Informativo, observé con estupefacción una desagradable noticia: la llegada de un barco "abortista" a Valencia. Se trataba de una ONG que había sido invitada a visitar España por 33 organizaciones españolas. El servicio que ofrecían era aparentemente sencillo: la mujer embarazada dispuesta a abortar subía al barco donde se le facilitaban unas pastillas y se marchaba cómodamente a su casa. Sólo cabía esperar a que empezar las contracciones y fuera. Eso sí, tenían la amabilidad de recomendar que si se complicaba alguna "cosa" acudieran al hospital más próximo instándoles a alegar, además, que se trataba de un aborto espontáneo. Así de simple. Y encima tenían el descaro de distinguir esta práctica como "un triunfo para los derechos de la autonomía de la mujer"...
Y yo me sobrecojo pensando: ¿qué será de nuestros hijos si la sociedad los conduce por ese camino? ¿Por qué nos asesoran tan mal pretendiendo aprobar un "derecho" tan macabro como indigno? Es más, quien apoya este tipo de procedimientos, ¿sería capaz de aplicárselos así mismo/a?..
Creo que ya tengo una respuesta: siempre que se trate de "otros" está bien el experimentar...
Y a esto se le llama libertad o derecho a decidir sobre “nuestro cuerpo”. El problema es averiguar a qué se refieren al decir que se trata de decidir sobre sus cuerpos. Me explico: un embarazo indeseado suele ser fruto de una conducta irresponsable que hay que asumir. ¿Por qué quien apoya y ejecuta este tipo de prácticas no advierte antes a sus desorientadas "pacientes" sobre todos los "inconvenientes" que suele acarrear un aborto?
Pues yo les informo a la medida de mis conocimientos: las complicaciones pueden ser varias y todas lamentables, por citar algunas: infecciones que requieren un raspado quirúrgico e incluso la hospitalización urgente si se produce un sangrado prolongado, entre otras, y sin ánimo de alarmar.
¿Les parece que la imagen de "aborto" que nos tratan de vender quienes intentan vivir de eso se corresponde con los verdaderos factores de riesgo que estas prácticas conllevan?
Legalizar el aborto anima a abortar. Es abrir una puerta hacia un comportamiento de despreocupación porque ya se han encargado de ponernos la solución en bandeja. Y así, para quien lo defiende y aprueba, aquí paz y luego gloria.
Y yo pienso: nuestro cuerpo es nuestro cuerpo, estoy de acuerdo, pero no podemos decidir sobre una vida que no nos pertenece. Abortar no es como decidir cortarse el pelo o cambiar de estilo. Por favor, estamos hablando de seres humanos, personas, hermanos nuestros, en definitiva, hijos de Dios.

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